Boletín de Situación Internacional del 19 al 25 de Agosto
Esta edición examina la paradoja de la diplomacia trumpiana, la crisis de identidad europea, y la consolidación del Sur Global como alternativa al orden liberal occidental.
Introducción
La semana del 19 al 25 de agosto de 2025 ha sido una de las más intensas en el panorama geopolítico reciente. Tres vectores definen la semana del 19–25 de agosto: la diplomacia estadounidense sobre Ucrania, el debate europeo sobre autonomía estratégica y el reposicionamiento del Sur Global.
Esta edición de Semana Internacional ofrece un análisis exhaustivo de estos desarrollos, sintetizando las perspectivas de los principales think tanks y medios especializados. Desde las salas de poder de Washington hasta los centros de pensamiento de Barcelona, pasando por Londres y más allá, hemos recopilado las voces más autorizadas para ofrecerle una visión completa y matizada de los eventos que están redefiniendo nuestro mundo.
TEMAS PRINCIPALES ANALIZADOS
La Diplomacia de Ucrania: ¿Un Camino Hacia la Paz o un Espejismo Peligroso?
Europa en la Encrucijada: Entre la Subordinación y la Autonomía Estratégica
La Reconfiguración del Orden Global: El Ascenso del Sur Global
Análisis Principal: Tres Ejes que Definen la Semana Internacional
La geopolítica global ha vibrado esta semana en torno a tres ejes interconectados que definirán la agenda de los próximos meses: la frenética y controvertida diplomacia del presidente Trump en Ucrania, la profunda crisis de identidad estratégica que atraviesa Europa, y la consolidación del Sur Global como un actor que desafía el orden establecido. A continuación, desgranamos cada uno de estos temas con las perspectivas de los expertos más destacados.
1. La Diplomacia de Ucrania: ¿Un Camino Hacia la Paz o un Espejismo Peligroso?
La semana ha estado marcada por una intensa actividad diplomática liderada por Donald Trump, quien busca forjar un acuerdo de paz en Ucrania. Las reuniones con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y líderes europeos, junto con la perspectiva de una cumbre trilateral con Vladimir Putin, han generado un torbellino de análisis y especulaciones.
El Council on Foreign Relations (CFR), a través de su presidente Michael Froman, ofrece una visión sobria, advirtiendo que "las opciones de Trump para una paz duradera involucran trade-offs significativos y ninguna promete una resolución rápida". Esta perspectiva, representativa del establishment de la política exterior estadounidense, subraya la complejidad inherente al conflicto y la dificultad de alinear los intereses de todas las partes.
Desde una óptica más académica, Ivo H. Daalder, ex embajador de EE.UU. ante la OTAN, escribe en Foreign Policy que el optimismo es prematuro. Según Daalder, "Rusia y Ucrania persiguen objetivos irreconciliables. Ucrania quiere ser segura, soberana e independiente. Rusia quiere subyugar a Ucrania y controlar su destino". Esta visión pesimista sugiere que cualquier acuerdo superficial podría ser insostenible a largo plazo.
Politico, con su enfoque en las dinámicas internas de Washington, revela que las conversaciones se han convertido en una "rutina pesada" (grind). Aunque Trump proyecta confianza, la realidad de las negociaciones es mucho más ardua. Este medio destaca la planificación de una posible cumbre en Budapest, un detalle que revela la seriedad de los preparativos, pero también la fragilidad del proceso.
El Financial Times aporta una perspectiva económico-estratégica crucial. Informa que Ucrania ha llegado a ofrecer un acuerdo de compra de armas por valor de 100.000 millones de dólares a cambio de garantías de seguridad. Su contundente artículo de opinión escrita por Mike Pompeo, advierte: "Trump no debe recompensar a Putin por su agresión". Esta línea roja, compartida por muchos en Europa, pone de manifiesto el dilema moral y estratégico de cualquier acuerdo que implique concesiones territoriales.
Finalmente, Chatham House, desde una perspectiva europea, califica la cumbre de Ucrania como "una operación europea de control de daños" que "tuvo éxito, por ahora". Este análisis refleja la profunda desconfianza europea hacia la diplomacia personal de Trump, pero también el pragmatismo de intentar mantener una apariencia de unidad transatlántica.
La Paradoja de la Diplomacia Trumpiana
La aproximación de Trump a la crisis ucraniana revela una paradoja fundamental en la política exterior estadounidense contemporánea. Por un lado, su estilo personalista y transaccional promete resultados rápidos que la diplomacia tradicional no ha logrado. Por otro, esta misma aproximación genera incertidumbre entre aliados y adversarios por igual.
Michael C. Horowitz, del CFR, en su análisis sobre la reorganización del Pentágono y la inteligencia artificial, sugiere que la administración Trump está priorizando la eficiencia sobre la coordinación institucional. Esta tendencia se refleja también en la diplomacia ucraniana, donde Trump parece preferir canales directos y personales sobre los mecanismos multilaterales tradicionales.
La propuesta de garantías de seguridad "por aire" para Ucrania es particularmente reveladora. Como señala James M. Lindsay en su podcast para el CFR, esta fórmula permite a Trump ofrecer algo sustancial sin comprometer tropas terrestres, pero plantea serias dudas sobre su credibilidad disuasoria. ¿Cómo interpretará Putin una garantía que deliberadamente evita el compromiso más creíble?
En resumen: La diplomacia ucraniana de Trump es un cóctel de optimismo presidencial, realismo pesimista de los expertos, y un profundo escepticismo europeo. El resultado es incierto, pero las consecuencias de un mal acuerdo podrían ser catastróficas para el orden internacional.
2. Europa en la Encrucijada: Entre la Subordinación y la Autonomía Estratégica
La crisis ucraniana ha actuado como catalizador de un debate mucho más profundo sobre el lugar de Europa en el mundo. La dependencia de la seguridad estadounidense, combinada con la imprevisibilidad de la administración Trump, ha forzado a los líderes europeos a confrontar una realidad incómoda.
El CIDOB de Barcelona es la voz más crítica, afirmando sin rodeos que la situación actual es de "Europa, menos seguridad y más dependencia". Su análisis sostiene que Europa se está comportando más como un "fiel vasallo de Washington que como un aliado". Esta dura evaluación se complementa con la idea de una "deriva moral de la Unión Europea", que se aleja de sus principios fundacionales en materia de seguridad humana y derecho internacional.
Chatham House comparte esta preocupación, aunque con un tono más pragmático. Su análisis sobre el "flujo en la política comercial y exterior de Trump" como la "nueva normalidad" plantea la pregunta clave: "¿Pueden los líderes mundiales recuperar la iniciativa?". Esta perspectiva británica refleja una aceptación de la nueva realidad transatlántica y una búsqueda de estrategias adaptativas.
Politico ilustra esta dinámica con la anécdota del Secretario General de la OTAN, el holandés Mark Rutte llamando "papi" (daddy) a Trump en la cumbre de la OTAN, un lapsus que muchos interpretaron como un símbolo de la actual relación de subordinación. El medio concluye que "el futuro de Europa depende de la confrontación, no del compromiso", sugiriendo que solo una postura más firme permitirá a Europa defender sus intereses.
El CFR, desde Washington, se centra en la necesidad de mantener la cohesión de la alianza. Si bien reconoce las tensiones, su enfoque principal es cómo gestionar las diferencias para presentar un frente unido ante adversarios comunes. Esta visión, sin embargo, es vista desde Europa como una forma de perpetuar la dependencia estratégica.
Europa: El Dilema de la Dependencia Estratégica
El debate sobre la autonomía estratégica europea ha adquirido una urgencia nueva con la crisis ucraniana. CIDOB no es el único en señalar la creciente "subordinación" europea; esta percepción se está extendiendo incluso entre aliados tradicionalmente atlantistas.
El caso de Mark Rutte llamando "daddy" a Trump, aunque anecdótico, simboliza una realidad más profunda. Europa se encuentra atrapada entre su dependencia de la seguridad estadounidense y su deseo de mantener una voz independiente en los asuntos globales. Esta tensión se manifiesta de múltiples formas:
En el ámbito militar: Europa sigue dependiendo del paraguas nuclear estadounidense y de las capacidades de proyección de poder de EE.UU., pero al mismo tiempo busca desarrollar una "autonomía estratégica" que le permita actuar independientemente cuando sea necesario.
En el ámbito económico: La UE ha desarrollado instrumentos como el mecanismo de bloqueo para protegerse de las sanciones secundarias estadounidenses, pero sigue siendo vulnerable a las decisiones unilaterales de Washington en materia comercial y financiera.
En el ámbito diplomático: Europa busca mantener canales de diálogo con actores como Irán, China y Rusia, incluso cuando estos entran en conflicto con las prioridades estadounidenses.
En resumen: Europa se encuentra en un punto de inflexión. La disyuntiva entre seguir siendo un socio junior de Estados Unidos o desarrollar una verdadera autonomía estratégica definirá no solo su futuro, sino también la configuración del poder global en las próximas décadas.
3. La Reconfiguración del Orden Global: El Ascenso del Sur Global
El tercer gran tema de la semana es la creciente influencia del Sur Global y su desafío al orden liberal liderado por Occidente. Este fenómeno, que lleva años gestándose, ha alcanzado una masa crítica que ya no puede ser ignorada.
El CIDOB sitúa este debate en un contexto histórico, coincidiendo con el 70º aniversario de la Conferencia de Bandung. Su análisis sobre "el impacto del Sur Global en el sistema internacional" destaca la "fragmentación del orden liberal" y la "pérdida de centralidad de Occidente" como el telón de fondo de este cambio tectónico.
Foreign Policy ofrece una perspectiva estadounidense pragmática y algo alarmista. Su artículo "Por qué el Sur Global no renunciará a China" advierte que la estrategia de Washington de forzar una elección binaria entre EE.UU. y China está fracasando porque no se presenta como una "mejor opción". Este es un reconocimiento implícito de la pérdida de atractivo del modelo occidental para muchos países en desarrollo.
Chatham House analiza una de las tácticas de Washington para contrarrestar esta tendencia: Las presiones y coerciones para debilitar a los BRICS. Sin embargo, advierte que este plan "podría ser contraproducente", ya que el ataque a la soberanía de una potencia emergente como Brasil podría dañar la posición global de Estados Unidos y fortalecer la solidaridad entre los países del Sur.
El Financial Times, con su lente económica, se centra en las implicaciones comerciales y financieras de estos realineamientos. La fragmentación del sistema económico global, con la creación de bloques comerciales y sistemas de pago alternativos, es una de las mayores preocupaciones para la estabilidad económica a largo plazo.
El Sur Global: Más Allá de la Retórica
El análisis de CIDOB sobre el 70º aniversario de Bandung no es meramente nostálgico. La Conferencia de Bandung de 1955 marcó el nacimiento del movimiento de países no alineados, y su legado resuena hoy con fuerza renovada.
Rafael Grasa Hernández y Paula Ruiz-Camacho, coordinadores del análisis de CIDOB, identifican tres factores clave en el resurgimiento del Sur Global:
La fragmentación del orden liberal: Las instituciones creadas después de 1945 ya no reflejan la distribución actual del poder global.
La pérdida de centralidad de Occidente: El crecimiento económico se ha desplazado hacia Asia y otras regiones del Sur Global.
La emergencia de nuevas dinámicas de poder: China, India, Brasil y otros actores han desarrollado capacidades que les permiten desafiar el monopolio occidental sobre la gobernanza global.
El artículo de Foreign Policy sobre por qué "el Sur Global no renunciará a China" ilustra perfectamente este punto. La estrategia estadounidense de forzar una elección binaria está fracasando porque muchos países ven en China no solo una alternativa económica, sino también un modelo de desarrollo que no viene acompañado de condicionamientos políticos.
En resumen: El orden mundial está siendo remodelado. El Sur Global ya no es un actor pasivo, sino una fuerza activa que busca redefinir las reglas del juego. La forma en que Occidente, y en particular Estados Unidos, responda a este desafío será determinante para la paz y la prosperidad en el siglo XXI.
Análisis Profundo: Implicaciones Estratégicas
Tecnología y Poder: La Dimensión Olvidada
Un tema que ha emergido tangencialmente en los análisis de la semana es el papel de la tecnología en la reconfiguración del poder global. Michael C. Horowitz, en su análisis para el CFR sobre la reorganización del Pentágono, advierte que la demora en la coordinación de la inteligencia artificial podría poner en riesgo la supremacía tecnológica estadounidense.
Esta preocupación se conecta directamente con los otros temas analizados. En el caso de Ucrania, la guerra ha demostrado la importancia de las tecnologías emergentes, desde los drones hasta la guerra cibernética. En el caso de Europa, la dependencia tecnológica de Estados Unidos (y en algunos casos de China) es otro factor que limita su autonomía estratégica. Y en el caso del Sur Global, el acceso a tecnologías avanzadas es uno de los factores que está permitiendo a estos países desafiar el orden establecido.
Escenarios Futuros: Tres Caminos Posibles
Basándose en los análisis de la semana, es posible identificar tres escenarios principales para los próximos meses:
Escenario 1: Éxito Parcial de la Diplomacia Trumpiana En este escenario, Trump logra un alto el fuego en Ucrania, pero a costa de concesiones territoriales significativas. Europa acepta a regañadientes el acuerdo, pero acelera sus planes de autonomía estratégica. El Sur Global interpreta el resultado como una confirmación de que el poder estadounidense está en declive.
Escenario 2: Fracaso de las Negociaciones Las conversaciones se estancan o colapsan, llevando a una escalada del conflicto. Europa se ve forzada a asumir un papel más prominente en la defensa de Ucrania, acelerando su integración militar. El Sur Global se divide entre quienes apoyan a Rusia y quienes mantienen la neutralidad.
Escenario 3: Acuerdo Transformador Trump logra un acuerdo que satisface las demandas básicas de seguridad de Ucrania sin recompensar la agresión rusa. Este éxito fortalece la alianza transatlántica pero también confirma el liderazgo estadounidense, ralentizando los esfuerzos europeos hacia la autonomía estratégica.
Cada uno de estos escenarios tiene implicaciones profundas no solo para los actores directamente involucrados, sino para el conjunto del sistema internacional.
Perspectiva de Inteligencia: Análisis desde SpyTalk
Jeff Stein y su equipo han proporcionado esta semana análisis cruciales sobre las dimensiones de inteligencia de los eventos geopolíticos actuales. Su perspectiva única, desde el corazón de la comunidad de inteligencia estadounidense, añade capas de comprensión que otros medios no pueden ofrecer.
La CIA y la Evaluación de Putin
En su análisis "¿Está la CIA de Trump diciéndole la verdad sobre Putin?", SpyTalk plantea una pregunta fundamental sobre la calidad de la inteligencia que llega al presidente. Según sus fuentes, "parece bastante claro que la única inteligencia que Trump tiene sobre Rusia viene de Putin y sus propias impresiones personales". Esta observación es particularmente relevante dado el contexto de las negociaciones ucranianas.
La publicación revela que existe una tensión creciente entre la comunidad de inteligencia y la Casa Blanca sobre la evaluación de las intenciones rusas. Mientras que los analistas profesionales mantienen una visión escéptica sobre las posibilidades de un acuerdo genuino con Moscú, Trump parece confiar más en sus interacciones directas con Putin.
El "Drenaje Cerebral" de Israel
Jonathan Broder, corresponsal en Israel, reporta sobre un fenómeno preocupante: "Una oleada de emigración está drenando a Israel de sus mejores y más brillantes, incluyendo miembros de la Unidad 8200, su agencia élite de inteligencia de señales". Este desarrollo tiene implicaciones significativas para la capacidad de inteligencia de uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en Medio Oriente.
La Unidad 8200, equivalente israelí de la NSA estadounidense, ha sido tradicionalmente una fuente de innovación tecnológica y capacidades de inteligencia de señales. La pérdida de talento en esta unidad podría afectar no solo la seguridad de Israel, sino también la cooperación de inteligencia con Estados Unidos.
Ataques al "Estado Profundo"
También se han documentado los continuos ataques de la administración Trump contra lo que denomina el "Estado Profundo". En su análisis "¡Que se vaya el Estado Profundo!", la publicación revela que "la CIA, NSA, ODNI y otras agencias de inteligencia estadounidenses están siendo objetivo de grandes recortes mientras Michael Waltz sale sin ceremonias del Consejo de Seguridad Nacional".
Esta reorganización tiene implicaciones profundas para la capacidad de Estados Unidos de evaluar y responder a amenazas globales. La tensión entre la administración y la comunidad de inteligencia establecida podría afectar la calidad de los análisis que informan las decisiones de política exterior más críticas.
🌐 Noticias Breves Relevantes (19-25 Agosto 2025)
China-India: Diálogo Fronterizo
El 19 de agosto, Wang Yi co-presidió la 24ª Ronda de Conversaciones entre Representantes Especiales de China e India sobre la Cuestión Fronteriza. Este diálogo, que busca "cooperación pragmática en medio de cambios geopolíticos", representa un esfuerzo por estabilizar una de las fronteras más tensas del mundo.
Escalada en Gaza
Democracy Now! reportó el 19 de agosto que "decenas de miles huyen de la Ciudad de Gaza mientras Israel intensifica los bombardeos". Los ataques al Hospital Nasser han generado llamados de la ONU para una investigación, añadiendo otra capa de complejidad al conflicto de Medio Oriente.
Carta Diplomática sobre Gaza
El 26 de agosto, The Guardian informó que "cientos de diplomáticos senior piden a la UE acción urgente" sobre Gaza. La carta abierta, firmada por 209 ex embajadores de la UE y personal diplomático senior, representa una presión sin precedentes sobre las instituciones europeas.
Cumbre Alaska (Retrospectiva)
El Atlas Institute analizó la cumbre Trump-Putin del 15 de agosto en Alaska, describiéndola como un evento de "simbolismo, estrategia y el futuro de la diplomacia". Esta reunión, que precedió a los eventos de la semana analizada, estableció el tono para las negociaciones posteriores.
NATO en Expo 2025
La OTAN anunció su participación en la Expo Mundial 2025 en Osaka, Japón. Los "Días de la OTAN" tendrán lugar en agosto, alineándose apropiadamente con la "Semana de Paz, Seguridad Humana y Dignidad", señalando la expansión de la influencia atlántica en el Pacífico.
Cumbre SCO
La 25ª reunión del Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) tendrá lugar en Tianjin, China, del 31 de agosto al 1 de septiembre, marcando otro hito en la institucionalización de las alternativas al orden occidental.
Agenda: Esta Semana (26 Agosto - 1 Septiembre 2025)
Lunes 25 Agosto
Reacciones Europeas: Se esperan declaraciones oficiales de líderes europeos sobre las propuestas de garantías de seguridad de Trump para Ucrania
Consejo de Seguridad ONU: Sesión sobre la situación en Gaza tras los ataques al Hospital Nasser
Martes 26 Agosto
Preparativos Asamblea General ONU: Reuniones preparatorias en Nueva York con Ucrania como tema central
Diálogo China-India: Continuación de las conversaciones fronterizas iniciadas el 19 de agosto
Miércoles 27 Agosto
Tensiones Comerciales: Posible anuncio de medidas brasileñas en respuesta a los aranceles estadounidenses
Reunión OTAN: Consultas sobre la participación en Expo 2025 Osaka
Jueves 28 Agosto
Diplomacia de Medio Oriente: Reuniones en Doha sobre el futuro de Gaza
Preparativos SCO: Delegaciones se dirigen a Tianjin para la cumbre del fin de semana
Viernes 29 Agosto
Mercados Financieros: Cierre mensual con atención a indicadores geopolíticos
Inteligencia: Posibles filtraciones sobre evaluaciones de la CIA sobre Rusia
Fin de Semana 30 al 31 Agosto
Cumbre SCO en Tianjin: 25ª reunión del Consejo de Jefes de Estado
Preparativos Budapest: Logística para posible cumbre trilateral según POLITICO
🗓️ Agenda: Próxima Semana (1 al 7 Septiembre 2025)
Lunes 1 Septiembre
Posible Anuncio Oficial: Confirmación o negación de la cumbre trilateral en Budapest.
Mercados Post-SCO: Reacciones a los acuerdos alcanzados en Tianjin
Martes 2 Septiembre
Parlamento Europeo: Debate sobre autonomía estratégica europea
Congreso de EE.UU.: Audiencias sobre política hacia Ucrania
Miércoles 3 Septiembre
Diplomacia Brasileña: Posible respuesta coordinada de BRICS a políticas estadounidenses
Análisis de Inteligencia: Evaluaciones sobre efectividad de sanciones a Rusia
Jueves 4 Septiembre
Preparativos ONU: Últimos ajustes para la Asamblea General
Diálogo Transatlántico: Reuniones de coordinación UE-EE.UU.
Viernes 5 Septiembre
Indicadores Económicos: Datos sobre impacto de tensiones geopolíticas
Análisis Semanal: Evaluación de desarrollos de la semana
Fin de Semana 6-7 Septiembre
Reflexión Estratégica: Think tanks publican análisis sobre tendencias del mes
Preparación Mediática: Anticipación de eventos de la semana siguiente
CONCLUSIONES CLAVE
La semana cierra con un mapa nítido: tres vectores concentran la energía geopolítica—la diplomacia de Trump sobre Ucrania, la búsqueda europea de autonomía estratégica y el reposicionamiento del Sur Global. El hilo común es la disputa por los marcos de seguridad en un orden más fragmentado: quién fija las garantías, quién paga los costes y con qué legitimidad. El debate ya no es si habrá negociación, sino bajo qué términos verificables y con qué equilibrio entre disuasión, concesión y cohesión aliada.
El impulso negociador abre posibilidades, pero también riesgos: un mal acuerdo puede consolidar incentivos perversos y fracturar la unidad transatlántica. La forma importa tanto como el fondo—el canal, la sede y la secuencia condicionan el contenido—y la inteligencia vuelve a ser la variable silenciosa que puede sostener o desmentir el relato político. Sin mecanismos claros de verificación y garantías creíbles, la paz es un eslogan; con ellos, puede ser un punto de inflexión.
Europa, por su parte, enfrenta su espejo: convertir la autonomía estratégica en capacidades reales—industria de defensa, tecnología, energía—o resignarse a negociar desde la dependencia. En paralelo, el Sur Global ya no protesta: negocia. No elige bloques, maximiza opciones. Occidente solo recuperará tracción si ofrece valor concreto—financiación, acceso a mercados, transferencia tecnológica—en lugar de ultimátums morales.
De aquí en adelante, lo decisivo serán los detalles: el texto escrito de las garantías, la postura común europea sobre posibles concesiones, y la respuesta de actores del Sur Global ante cualquier movimiento de Washington y Bruselas. Señales observables, no declaraciones. La brújula para las próximas semanas es simple y exigente: separar deseo de dato, medir cada anuncio por sus efectos en el terreno y mantener la cabeza fría donde otros elevan el tono.